INTRODUCCIÓN

Si por algo se distingue el Concello de Oleiros es por la cantidad de servicios e infraestructuras públicas a disposición de los vecinos, entre los que destacan los 972.000 metros cuadrados de zonas verdes. En un mundo cada vez menos preocupado por el medio ambiente, podemos sentirnos muy orgullosos de tener una identidad tan única.
Todos los pueblos de Oleiros cuentan con un importante patrimonio ambiental que enriquece nuestro pueblo y hace del municipio un entorno idóneo para la convivencia. En esta era de ruido, contaminación, tráfico, grandes ciudades y deshumanización, la existencia de espacios verdes agradables y bien cuidados es un oasis entre el caos. Es una forma de reconectarnos con una naturaleza de la que día a día pretenden alejarnos más.
El patrimonio público de Oleiros se consiguió gracias a una gestión urbanística honesta y al trabajo de muchas personas a lo largo de los años. Hemos conseguido numerosos servicios, equipamientos y espacios públicos a través de convenios, cesiones exigidas por el planeamiento, compensaciones, permutas y, en definitiva, la necesaria y solidaria colaboración entre la ciudadanía y el Concello. Sólo en casos muy específicos, para proteger el territorio público de posibles especulaciones y conservar nuestra riqueza ambiental, se ha aplicado el mecanismo constitucional de expropiación.
Pero una situación urbanística como la de Oleiros no es fruto de la casualidad. El estudio pormenorizado de los casos, la aprobación de los tres planes generales urbanísticos -1985, 1995 y 2009- y la elaboración de varios planes parciales, fueron elementos clave para la conservación y el desarrollo sostenible de nuestro territorio.
Hoy, los vecinos de Oleiros disfrutan de servicios e infraestructuras que nos sitúan a la vanguardia de España. Paseos, parques y jardines, playas y cientos de plazas públicas que dan nombre a grandes protagonistas de la historia humana, así como otros pequeños espacios verdes repartidos por el territorio municipal y que no aparecen en esta web, hacen de Oleiros un paraíso en el que vale la pena perderse.

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