Oleiros, 13 de mayo de 2015-. El Ayuntamiento de Oleiros leyó en el pleno del pasado jueves una declaración institucional motivada por el drama que se está viviendo en aguas del Mediterráneo fruto de los movimientos migratorios que se están produciendo desde los países del sur a los países del norte. El texto integro de la declaración es el siguiente:
Ante el drama humanitario que estamos viviendo en aguas del Mediterráneo, el Gobierno municipal quiere sumarse a las voces que exigen ya, acciones concretas y contundentes, que eviten el sacrificio de millares de subsaharianos, libios, sirios... Hombres, mujeres y niños que huyen de maneras de crueldad inimaginables nos sus países de origen, en los que la guerra se ha convertido en una industria permanente, alimentada polos intereses, de potencias imperialistas, en vender armas y en apropiarse de los recursos energéticos y naturales a cambio de ayudas condicionadas.
Denunciamos el tratamiento hipócrita dado a las víctimas de este éxodo cuando se les etiqueta cómo inmigrantes sin papeles, omitiendo que se trata, por delante de todo, de ser humanos con pleno derecho a asilo político según los tratados internacionales, para escapar de una muerte segura por motivos religiosos, étnicos o territoriales.
Denunciamos a las mafias organizadas y criminales, que encuentran en la situación desesperada de los que buscan refugio la gran oportunidad de traficar con el terror, mientras la lenta y pesada maquinaria burocrática de Bruselas, se pierde en un rosario de declaraciones, sin que se tomen medidas concretas y eficaces que pongan fin la este genocidio.
Denunciamos la sátrapas y dictadores impuestos, apoyados por las superpotencias, en la recreación, una vez más, de otra guerra fría por motivos estratégicos, geopolíticos y de ambición lo pones control de los recursos.
Exigimos lo cese de la venta de armamento a las facciones que se enfrentan en guerras tribales en los países en conflicto. Y a cuyo objeto denunciamos el sucia relación entre concesiones de ayudas a la Cooperación por parte del primero mundo con la compra de armamento que aniquila, sobre todo, a civiles inocentes como los que tiñen de rojo el Mediterráneo.
Según la Organización Mundial de la Salud un setenta por ciento de las dotaciones económicas y medicinas son incautadas por los gobernantes locales corruptos y con ejércitos cada día más armados. Exigimos a la Unión Europea un cambio en la política de ayudas al Continente Africano, abogando por la incentivación de proyectos para reverter la situación de hambre extrema y conflictos sociales.
Europa no pode exigir a los millones de ciudadanos africanos en situación de éxodo buscando asirlo que lleguen con papeles y con trabajo concertado. Igual de infame es claudicar de salvar a los que navegan a la deriva en barcos trampa con el argumento de evitar el efecto llamada.
Reclamamos el deber humanitario de acoger a los inmigrantes, pero no en guetos o en campos de refugiados, porque consideramos que las fronteras no pueden primar sobre la defensa de la vida de semejantes.
Exigimos la ONU a actuación democrática en el contexto de la Asamblea General para desembarazarse de la chantaje ejercida de manera sistemática en el Consejo de Seguridad por el imperialismo que, con su derecho a veto, obstruye la toma de decisiones para lo desarme de dictadores aliados en las zonas de conflicto.
Más de novecientos muertos en un naufragio ocupan los telediarios apenas dos días. Luego reaparecen las luchas intestinas en el seno de los partidos corruptos que nos gobiernan y encenagan la Política. Pero detrás de cada uno de esos 900 subsaharianos, libios o sirios anónimos para los europeos había un ser humano único, con una memoria y un pasado singulares y con un proyecto de vida ilusionado por delante.
Decimos que ya es hora de que la Unión Europea adquiera completa razón de ser cómo Institución a partir del diálogo necesario entre el Norte y el Sur, entre ricos y pobres, entre los diferentes y diversos por cultura, religión u origen.
Porque es una injusticia y una obscenidad que buena parte del progreso del llamado Primero Mundo, se haya cimentado en la explotación de los recursos de los países que atesoran las mayores riquezas y, sin embargo, siguen a ser habitados por los más pobres y explotados del planeta, en un contexto de violación sistemática de los derechos más elementales incompatible, con el objetivo deseado polos hombres y mujeres de bien, como los que vivimos en Oleiros, que no son otros que cimentar la paz, la concordia, la erradicación de la hambre, de la violencia y promover la integración en una sociedad que garantice vivir con dignidad.