Oleiros, 20 de abril de 2015.- El Ayuntamiento de Oleiros financia a través del Fondo Gallego de Cooperación y Solidariedade a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina para su programa de atención psicosocial, como ya había hecho en 2014. Se estima que esta donación económica podría financiar el tratamiento psicológico de 33 niñas y niños durante un año, además de apoyar terapias grupales y otro tipo de actividades sobre salud mental comunitaria.
Hiperactividad, déficit de atención, impulsividad y conductas antisociales son algunos de los problemas más comunes detectados entre la población infantil que durante 50 días sufrió ataques continuados, incluso a las escuelas de la ONU, sin que la comunidad internacional reaccionara. La pérdida de familiares y la destrucción de sus hogares, añadidas al ya habitual contexto de violencia, generaron en las niñas y niños comportamientos como el incremento de la agresividad, pesadillas, problemas de alimentación y aprendizaje, sensación de inseguridad, desconfianza, no jugar u obsesionarse con juegos de guerra, aislarse de las personas adultas o aferrarse a ellas. Unos traumas que resulta fundamental tratar a través de juegos terapéuticos, terapias de relajación, meditación, expresión artística o cuentacuentos.
La exposición a los bombardeos, sumada al desempleo, a la pobreza, y a las limitaciones impuestas por el bloqueo de Israel, predispone a la población de Gaza a la ansiedad, a la depresión y a los desórdenes en el comportamiento. El llamamiento de urgencia que viene de realizar la UNRWA atiende también otras necesidades básicas en materia de salud, educación o alimentación en los ocho campamentos de la franja. La agencia atiende también a otros 50 campos con población palestina, hasta sumar más de cinco millones de personas refugiadas. Entre ellos lo de Yarmouk, en Siria, que ya venía padeciendo desde hace dos años el asedio de las tropas gubernamentales pero que se halla en una situación crítica tras ser invadido a comienzos de abril por el Estado Islámico, dejando atrapadas unas 18.000 personas e impidiendo el acceso de ayuda humanitaria.
Sólo unos pocos cientos de familias consiguieron huir de Yarmouk a zonas adyacentes en las que la UNRWA está ampliando sus operaciones. Se detectó una absoluta carencia de comida, agua y vivienda, pero también de artículos de higiene, de abrigo y de medicinas. La agencia reclama la apertura de un corredor humanitario y en los próximos días realizará un llamamiento extraordinario para responder a las necesidades de la población civil en la zona.