La escritora Francisca Aguirre recibió el Premio Nacional de las Letras Españolas 2018.
El premio lo concede el Ministerio de Cultura y Deporte y distingue el conjunto de la labor literaria, en cualquiera de las lenguas del Estado, de una-un autora-o español, cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual.
El jurado premió esta obra por “estar su poesía (la más machadiana de la generación del medio siglo) entre la desolación y la clarividencia, la lucidez y el dolor, susurrando (más que diciendo) palabras situadas entre la conciencia y la memoria”.
Francisca Aguirre (Alicante, 1930), es hija del pintor Lorenzo Aguirre, a quien le dedicó el poemario "Trescientos escalones". Es madre de la también poeta Guadalupe Grande.
Su primer poemario, premio de poesía Leopoldo Panero, fue "Ítaca". Desde entonces, salvo en la década de los 80, la autora siguió publicando su obra ininterrumpidamente. Gana el Premio Nacional de Poesía en 2011 con el poemario "Historia de una anatomía" (2010), libro con el que ganó el premio Miguel Hernández 2010.
Es autora de "Ensayo General" (Premio Esquío 1995), "Pavana del desasosiego" (Premio María Isabel Fernández Simal 1998), "Ensayo General. Poesía completa 1966-2000", un tomo con todos los libros de poemas escritos hasta el 2000 que obtiene en 2001 el Premio de la Crítica Valenciana al conxjunto de una obra, "Nanas para dormir desperdicios" (Premio Alfons el Magnànim 2007) e "Historia de una anatomía" (2010) por el que recibió el Premio Internacional de Poesía "Miguel Hernández-Comunidad Valenciana" y el Nacional de Poesía en 2011.
Es autora del libro de relatos "Que planche Rosa Luxemburgo", Premio Galiana en 1994 y del libro de recuerdos "Espejito, espejito". Sus obras han sido traducidas al francés, italiano, portugués y árabe.
¡¡¡Llévate en préstamo los libros de Francisca que tenemos a tu disposición en la Biblioteca Central Rialeda y disfruta con su lectura. ¡¡¡Enhorabuena, Francisca!!!
El premio lo concede el Ministerio de Cultura y Deporte y distingue el conjunto de la labor literaria, en cualquiera de las lenguas del Estado, de una-un autora-o español, cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual.
El jurado premió esta obra por “estar su poesía (la más machadiana de la generación del medio siglo) entre la desolación y la clarividencia, la lucidez y el dolor, susurrando (más que diciendo) palabras situadas entre la conciencia y la memoria”.
Francisca Aguirre (Alicante, 1930), es hija del pintor Lorenzo Aguirre, a quien le dedicó el poemario "Trescientos escalones". Es madre de la también poeta Guadalupe Grande.
Su primer poemario, premio de poesía Leopoldo Panero, fue "Ítaca". Desde entonces, salvo en la década de los 80, la autora siguió publicando su obra ininterrumpidamente. Gana el Premio Nacional de Poesía en 2011 con el poemario "Historia de una anatomía" (2010), libro con el que ganó el premio Miguel Hernández 2010.
Es autora de "Ensayo General" (Premio Esquío 1995), "Pavana del desasosiego" (Premio María Isabel Fernández Simal 1998), "Ensayo General. Poesía completa 1966-2000", un tomo con todos los libros de poemas escritos hasta el 2000 que obtiene en 2001 el Premio de la Crítica Valenciana al conxjunto de una obra, "Nanas para dormir desperdicios" (Premio Alfons el Magnànim 2007) e "Historia de una anatomía" (2010) por el que recibió el Premio Internacional de Poesía "Miguel Hernández-Comunidad Valenciana" y el Nacional de Poesía en 2011.
Es autora del libro de relatos "Que planche Rosa Luxemburgo", Premio Galiana en 1994 y del libro de recuerdos "Espejito, espejito". Sus obras han sido traducidas al francés, italiano, portugués y árabe.
¡¡¡Llévate en préstamo los libros de Francisca que tenemos a tu disposición en la Biblioteca Central Rialeda y disfruta con su lectura. ¡¡¡Enhorabuena, Francisca!!!
Definitivamente amo
el escándalo deslumbrante de la vida.
Muy pocos paraísos comparables
al asombro que nos regala la existencia:
torpe, desesperada, incomprensible,
audaz, consoladora, inabarcable:
vida y dulzura, esperanza nuestra.
(La herida absurda)
Fuente: mecd.bog.es