El motivo principal de la elección de la escritora francesa fue «el coraje y la agudeza clínica con la que descubre las raíces, los extrañamientos y las restricciones colectivas de la memoria personal».
Dejó pronto la ficción por la autobiografía y abordó temas como la adolescencia, el matrimonio, el aborto, la humillación, la memoria y la enfermedad. Se ha definido como “una etnóloga de sí misma”.
La Academia Sueca destacó de Ernaux que “escribir es un acto político que nos abre los ojos a la desigualdad social”, haciendo referencia al fuerte compromiso que atraviesa sus creaciones y su uso del lenguaje como un “cuchillo” que abre los velos de la imaginación.
Fuente: eldiario.es